La divisa europea se hundió hasta su nivel más bajo en 20 años, alcanzando una histórica paridad con el dólar.
La moneda europea llegó a cotizar por debajo del dólar, en su nivel más bajo desde 2002, el año de su entrada en circulación, hundido por una crisis energética que amenaza a Europa con una recesión.
Esto ha aumentado el temor en los mercados de una recesión económica en Europa, en un contexto de alta inflación y una creciente incertidumbre sobre la continuidad en el suministro de gas ruso.
Su caída se ha acelerado desde principios de abril, con un retroceso desde entonces del 10% que coincide con la inquietud de los inversores respecto a que la políticas restrictiva de los bancos centrales para combatir la inflación sea a costa del crecimiento económico.
El euro cotiza en los 1,0018 dólares y ha llegado a cambiarse en los 0,9999. Se trata del nivel más bajo desde septiembre de 2022, el año de la puesta en circulación de la divisa comunitaria.
También marca un nuevo mínimo de los últimos siete años frente al franco suizo, al caer hasta los 0,9603 francos por unidad, el nivel más bajo desde enero de 2015.
La divisa europea está así reflejando la desventaja que afronta la zona euro frente a EE UU frente a un escenario de recesión. Así, aunque aún no haya datos concluyentes, la inflación podría estar cerca de haber tocado techo en EE UU, según la moderación en la subida de precios registrada en julio, mientras que en la zona euro los precios mantienen su escalada ascendente sin dar tregua.