El lanzamiento del nuevo mega cohete de la NASA a la Luna fue cancelado hoy debido a un problema técnico con uno de sus motores principales, indicó la agencia espacial estadounidense, agregando que la solución llevará al menos unos días.
La próxima posible fecha de despegue de la misión no tripulada, que marcará el inicio de Artemis, el gran programa espacial de Estados Unidos de regreso a la Luna, es el viernes 2 de septiembre.
A medida que amanecía sobre el enorme cohete naranja y blanco de 98 metros de altura el despegue se hacía cada vez más improbable. Los depósitos del cohete -el más potente del mundo- se fueron llenando durante la noche con más de tres millones de litros de hidrógeno y oxígeno líquidos ultrafríos.
Pero el abastecimiento comenzó con una hora de retraso debido al riesgo demasiado alto de relámpagos.
Luego, una fuga provocó una pausa durante el llenado del segmento principal con hidrógeno, antes de que se encontrara una solución y se reanudara el flujo.
Sobre las 07H00 locales, se investigaba un nuevo problema. Uno de los cuatro motores RS-25, debajo del segmento principal del cohete, no pudo alcanzar la baja temperatura deseada, condición necesaria para poder encenderlo.
La cuenta regresiva se detuvo y, después de más de una hora y media de espera mientras se intentaba solucionar el problema, la directora de lanzamiento de la NASA, Charlie Blackwell-Thompson, tomó la decisión de cancelar.
Entre 100.000 y 200.000 personas, incluida la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se esperaba que presenciaran en vivo el despegue el lunes.
El cohete de 98 metros del Sistema de Lanzamiento Espacial estaba programado para despegar a las 8:33 desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. La misión, planificada durante más de una década, no estará tripulada, pero es altamente simbólica para la NASA, dada la presión que ejercen China y competidores privados como SpaceX.
Los hoteles en los alrededores de Cabo Cañaveral están repletos de público fervoroso, y además se espera que asistan entre 100.000 y 200.000 espectadores a la jornada de lanzamiento. El enorme cohete naranja y blanco está desde hace una semana apostado en el complejo 39B de lanzamiento del KSC. “Desde que fue enviado a la plataforma la semana pasada, puedes sentir la emoción, la energía”, dice Janet Petro, directora del KSC. “Es realmente palpable”.
El objetivo del vuelo, bautizado Artemis 1, es testear el sistema SLS y la cápsula de tripulación Orion, que está ubicada en la punta del cohete. Maniquíes equipados con sensores tomarán los lugares de los miembros de la tripulación y registrarán la aceleración, vibración y los niveles de radiación que podrían sufrir los humanos en un futuro. Además, las múltiples cámaras capturarán cada momento del viaje de 42 días y se tomará una “selfi” de la nave espacial con la Luna y la Tierra de fondo.