Florida empezó a constatar los considerables daños causados por el huracán “Ian”, en un panorama de ciudades devastadas, millones de personas sin electricidad y temores de que el costo humano pueda ser “sustancial”.
Después de haber sido degradado a tormenta tropical, Ian volvió a reforzarse hasta alcanzar nuevamente la categoría de Huracán, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
“Este podría ser el huracán más letal en la historia de Florida”, dijo el presidente estadounidense, Joe Biden, durante una visita a las oficinas de la agencia federal que combate los desastres naturales, FEMA, en Washington.
Al menos ocho personas murieron en este estado costero del sur de Estados Unidos, donde se multiplican las imágenes de calles transformadas en canales de aguas turbias, embarcaciones tiradas al suelo como simples juguetes y casas destrozadas.
Un funcionario del condado de Charlotte, en el oeste de Florida, confirmó la muerte de seis personas, sin dar más detalles.
En el condado de Volusia, en la costa este, anunció haber registrado “la primera muerte vinculada al huracán Ian”, un hombre de 72 años, además que proseguía la búsqueda de 18 personas desparecidas.
En la pequeña ciudad de Iona, en la costa oeste, Ronnie Sutton, que aún no ha podido regresar a casa, dijo estar convencido de que el agua lo había destruido todo.
En Fort Myers, el aumento de las aguas sumergió algunos botes y empujó a otros a las calles del centro.
“Nunca habíamos visto inundaciones como estas”, aseguró el gobernador republicano de Florida.
Ian, degradado a tormenta tropical, tocó tierra el miércoles por la tarde como huracán de categoría 4,en una escala de 5, en el suroeste de Florida, antes de continuar su paso por el estado, con fuertes vientos y lluvias torrenciales.