“Killnet es un grupo de piratas informáticos muy agresivo, con vínculos con el servicio secreto ruso FSB”, explica Ruslan Trad, experto en seguridad del think tank Atlantic Council. Según Trad, “Killnet” se habría formado tras el ataque ruso a Ucrania el 24 de febrero de 2022 y se encuentra en una “guerra” autodeclarada contra los gobiernos que apoyan a Kiev. “Su especialidad son los llamados ataques DoS y DDoS, ciberataques en los que los sistemas y sitios web son inundados por una gran cantidad de solicitudes hasta que se colapsan. “Killnet” ya ha perpetrado ataques similares este año en Estados Unidos, Noruega, Lituania y muchos otros países”, asegura Trad.
El primer sitio web en ser atacado fue el del presidente de Bulgaria, Rumen Radev, el sábado, 15 de octubre de 2022. Poco después, tampoco se podía acceder a los portales de numerosos ministerios. Como anunciaron posteriormente las autoridades, un único ciberataque dirigido fue el responsable de la falla. El problema se solucionó el mismo día por la tarde y, desde entonces, todas las páginas web de las instituciones búlgaras han vuelto a funcionar sin problemas. Al día siguiente, el grupo de hackers ruso “Killnet” asumió la responsabilidad en su canal de Telegram, con un mensaje personal dirigido al fiscal general búlgaro, Ivan Shev.
“El fiscal general y el ministerio de Defensa dijeron solo horas después del ataque que no se había robado ningún dato”, enfatiza el experto. “Como miembro de la OTAN y de la UE, los organismos búlgaros están conectados a sistemas comunes de intercambio de información. Y, como es bien sabido entre los piratas cibernéticos, la infraestructura informática búlgara tiene muchas vulnerabilidades. Rusia está tratando de entrar en los sistemas de la OTAN a través de Bulgaria. Moscú parece dispuesto a todo en este momento para conseguir información vital”, cree Trad.
¿Por qué está Rusia tan decidida a someter a Bulgaria, en particular, a una presión tan masiva? Entre otras cosas porque, tras las elecciones del 2 octubre de 2022 en Bulgaria, se podría encontrar por primera vez una mayoría parlamentaria a favor de la entrega de armamento pesado desde ese país a Ucrania. Se espera una moción en ese sentido en el Parlamento en las próximas dos semanas. De momento, el presidente Radev y el gobierno de transición que nombró rechazan terminantemente los envíos de armas a Ucrania.