Al presidente de Perú, Pedro Castillo le falló la apuesta por la democracia y fue destituido y apresado, cuando estaba acosado por una derecha que buscaba destituirlo y debilitado por las falencias de su gobierno y las denuncias de corrupción en su contra.
Ha sido remplazado por la vicepresidenta Dina Boluarte, quien se convierte en la primera mujer en asumir la presidencia en la historia del país. Boluarte pidió una tregua y anunció un gobierno de unidad nacional con participación de “todas las fuerzas políticas”.
Congreso había destituido a Castillo con 101 votos a favor, solamente 6 en contra y 10 abstenciones, por haber intentado el cierre inconstitucional del Congreso, lo que fue calificado como un intento de golpe de Estado.
Mientras Boluarte juraba en el Congreso como presidenta, Castillo estaba detenido en una dependencia policial. Hubo manifestaciones, no muy concurridas, a favor y en contra de Castillo. Se dieron enfrentamientos entre ambos grupos. Manifestantes pidieron que se vayan el Congreso y la recién juramentada presidenta y se convoque a elecciones generales adelantadas.