Los servicios de guardacostas de Estados Unidos y Canadá desarrollan una desesperada búsqueda contrarreloj del minisubmarino desaparecido desde el domingo con cinco personas a bordo tras descender a ver los restos del naufragio del transatlántico Titanic, hundido en 1912 a 600 kilómetros de la costa de Terranova, Canadá.
La prioridad es localizar el submarino, ha indicado en una rueda de prensa en Boston el almirante John Mauger, comandante del primer distrito de la Guardia Costera estadounidense y quien coordina las tareas de búsqueda. Si se encuentra el barco, se establecerán planes para intentar el rescate.
Los trabajos se ven complicados por lo remoto del lugar, las condiciones meteorológicas y la profundidad del lecho marino en esa zona. “Es un área remota, y es un desafío desarrollar una búsqueda en ese área remota”, ha subrayado Mauger.
Al desafío que representa la lejanía geográfica y las condiciones atmosféricas hay que añadir el escaso tiempo. Cada hora cuenta. Según ha apuntado el almirante, los guardacostas “estiman que hay entre setenta y las 96 horas máximas” de reserva de aire dentro de la cápsula submarina.
Los equipos de búsqueda, compuestos por buques guardacostas y aviones militares de Estados Unidos y Canadá, recibirán refuerzos casi de inmediato para intensificar la operación. “Estamos desplegando todo lo disponible para asegurarnos de que podemos localizar el aparato y rescatar a las personas a bordo”, ha agregado el almirante. Por el momento, la búsqueda se desarrolla bajo el agua pero también en superficie, por si el sumergible hubiera podido emerger pero hubiera perdido la capacidad de comunicación.
El Servicio de Guardacostas no ha querido identificar a los viajeros, dado que aún no todos los familiares han podido ser avisados. Pero la empresa propiedad del explorador y multimillonario británico Hamish Harding ha confirmado que su dueño formaba parte de la expedición organizada por la compañía propietaria del submarino, OceanGate Expeditions, y que había partido la semana pasada de Saint John, en Terranova.
La empresa organizadora menciona en su web a Nargeolet, un veterano en las expediciones al transatlántico sumergido —ha dirigido media docena de ellas como uno de los expertos que guían a los turistas en estas inmersiones.
En un comunicado, esta compañía ha señalado: “Exploramos y movilizamos todas las opciones para traer de vuelta al grupo. Estamos absolutamente centrados en el equipo a bordo del sumergible y sus familias. Estamos profundamente agradecidos por el gran apoyo que hemos recibido de diversas agencias gubernamentales y empresas especializadas en aguas marinas profundas en nuestros esfuerzos por restablecer contacto con el sumergible”.