Hoy, se celebra el aniversario número 45 del nacimiento de la inmortal leyenda del baloncesto, conocido como el ‘Black Mamba’. Más que una estrella de la NBA, Kobe Bryant se erigió como un ícono social en Los Ángeles. Aunque su partida en 2020 dejó un profundo vacío, su legado perdura como un tesoro incalculable.
El fatídico 26 de enero de 2020 marcó un día sombrío en la historia del deporte global, al informarse sobre la trágica pérdida de Kobe Bryant y su hija Gianna en un devastador accidente aéreo. Aunque su presencia física se desvaneció, su influencia sigue latente en los corazones de sus fervientes admiradores, quienes atestiguaron su brillantez en la cancha y experimentaron su apoyo inquebrantable.
La prominencia de Kobe alcanzó alturas inigualables en el escenario de la NBA, un lugar donde su recuerdo sigue radiante. Aunque “Black Mamba” partió, su legado vital persiste y en este miércoles de nostalgia, el “24” de los Lakers hubiera soplado 45 velas.
La pasión de Kobe por el baloncesto floreció en su infancia, arraigándose desde los tres años de edad. Años más tarde, durante una estancia en Italia mientras su padre, Joe “Jellybean” Bryant, jugaba en Europa, Kobe seguía de cerca el deporte estadounidense y los Lakers, gracias a los videos que le enviaba su abuelo.
Al regresar a América del Norte, se unió a la secundaria Lower Merion, atrayendo la atención de reclutadores universitarios, incluyendo a Duke, Michigan, Carolina del Norte y Villanova. A pesar de tales ofertas, Kobe anhelaba el rutilante escenario de la NBA.
Así, a los 17 años, irrumpió en la escena profesional como el sexto jugador en la historia en saltar directamente de la secundaria a la liga de baloncesto, siendo seleccionado en el Draft de 1996 por los Hornets de Charlotte, quienes lo intercambiaron a los Lakers por Vlade Divac.
El 3 de noviembre de ese mismo año, Kobe se convirtió en el competidor más joven en pisar una cancha de la NBA. Su debut de tan solo seis minutos frente a Minnesota pudo carecer de estadísticas deslumbrantes, pero concluyó la temporada con un promedio de 7.6 puntos, 1.9 rebotes y 1.5 robos por partido.
La temporada de 1998-99 marcó el inicio de la ascensión de “Black Mamba” como un consumado guardia anotador, con su propia historia escribiéndose en la línea de leyendas como Earvin “Magic” Johnson y Michael Jordan, a quienes admiraba.
Leal a la camiseta de los Lakers durante 20 temporadas, Kobe dejó un sello imborrable al promediar 25 puntos, 5.2 rebotes y 4.7 asistencias por juego en la temporada regular, además de liderar al equipo en la conquista de cinco títulos de la NBA.
El reconocimiento individual también fluyó hacia Kobe, siendo llamado 18 veces al Juego de Estrellas y ganando el MVP del evento en cuatro ocasiones. Se destacó como Jugador Más Valioso de la temporada regular una vez, y en dos ocasiones durante las Finales.
Entre sus hazañas asombrosas figura la histórica anotación de 81 puntos en un enfrentamiento contra los Raptors en 2006, un hito que persiste como la mayor puntuación en la era moderna. Su récord como máximo anotador de los Lakers (33,643 puntos) quedará grabado en la historia, y su despedida de las canchas, donde anotó 60 puntos frente a Utah, selló su carrera en un acto épico.
Pero Kobe no solo dejó huella en la cancha. Su legado trascendió a la sociedad, encabezando iniciativas altruistas. Con la fundación “Stand Up to Cancer”, recaudó más de 81 millones de dólares, mientras que a través del programa “Kobe and Vanessa Bryant Family Foundation”, brindó apoyo a niños sin hogar en Los Ángeles.
No solo en el deporte, sino también en el cine, “Black Mamba” dejó su marca. En 2018, ganó un premio Oscar al mejor cortometraje de animación por “Dear Basketball”, basado en su carta de despedida del baloncesto.
En Los Ángeles, su legado es inmortalizado anualmente, designando el 24 de agosto como el “Día de Kobe Bryant”, en honor a los números que usó durante su carrera, el “24” y el “8”. En esta ocasión, en su 45 cumpleaños y en su día especial, Nike lanzará unos tenis diseñados por Vanessa Bryant, su viuda, junto con emotivos homenajes y celebraciones que conmemorarán su legado trascendental.