En un giro desgarrador de los acontecimientos, un operador de la ruta México-Tizayuca perdió la vida en medio de un sangriento acto de violencia en el tramo entre Ojo de Agua y la notoria localidad conocida como 30-30, en el Estado de México. Este horrendo incidente ha provocado una vez más la paralización del transporte en esta vital región.
La semana pasada, las empresas transportistas se unieron en una enérgica manifestación exigiendo medidas de seguridad ante las implacables amenazas de extorsión por parte del crimen organizado, quienes buscan imponer el cobro de piso.
En respuesta a esta grave situación, las autoridades federales y estatales de la Ciudad de México, el Estado de México y Hidalgo llevaron a cabo reuniones de emergencia y desplegaron operativos de vigilancia en puntos estratégicos para contrarrestar esta ola de delincuencia.
Sin embargo, en una trágica mañana, se informó del brutal asesinato de uno de los valientes conductores, lo que ha llevado a los transportistas a tomar la dolorosa decisión de detener nuevamente sus servicios en señal de duelo y protesta. La violencia no da tregua en el corredor Tizayuca-Estado de México, y la seguridad de quienes lo transitan sigue siendo una preocupación urgente.