La inquietud de los ejecutivos extranjeros en relación a los viajes de negocios a China se ha intensificado en medio de preocupaciones sobre la posibilidad de que se les impida salir del país. La relación entre China y las empresas extranjeras se ha vuelto tensa debido a las acciones del régimen chino hacia empresas de otros países y las restricciones de salida que se han aplicado selectivamente a banqueros y ejecutivos.
Estas restricciones de salida se han utilizado en diversos contextos, desde investigaciones criminales hasta presionar a disidentes y resolver disputas con empresas y gobiernos extranjeros. Estas medidas pueden durar años e incluso se han aplicado a individuos que no son sospechosos de delitos. La principal preocupación para las empresas estadounidenses es que sus empleados puedan ser retenidos en China, ya sea temporalmente o durante períodos prolongados, lo que ha llevado a algunas empresas a reconsiderar sus políticas de viaje.
Se ha observado un aumento en la cancelación o el retraso de viajes de negocios a China por parte de empresas estadounidenses en las últimas semanas, con una disminución del 25% en los viajes según un informe de ATG Travel Worldwide. Además, una encuesta relacionada con el gobierno de Estados Unidos reveló que casi una quinta parte de los encuestados está reduciendo los viajes de negocios a China debido a estas preocupaciones.
Esta cautela de los ejecutivos extranjeros podría aumentar la tensión en la relación entre China y Estados Unidos, que ya está tensa debido a disputas en varios frentes, como Taiwán, la competencia en tecnología y una prolongada guerra comercial.
Algunas empresas estadounidenses han contratado consultores de seguridad para verificar los antecedentes de sus empleados y determinar si hay factores que los coloquen en mayor riesgo de ser detenidos por las autoridades chinas, como experiencia militar, doble nacionalidad o publicaciones políticamente sensibles en redes sociales.
Los expertos en seguridad y asesores empresariales recomiendan que los visitantes a China consideren cuidadosamente la naturaleza de su trabajo en el país y eviten investigaciones que puedan ser interpretadas como críticas hacia China o empresas locales. También aconsejan llevar dispositivos electrónicos que se puedan destruir, como teléfonos inteligentes o computadoras portátiles sin datos o aplicaciones personales.
Esta percepción negativa de las empresas estadounidenses sobre las perspectivas empresariales en China podría llevar a una mayor separación de las operaciones en China de las operaciones globales. Aunque algunos ejecutivos prominentes continúan realizando viajes a China, la renuencia generalizada de los ejecutivos extranjeros a visitar el país podría tener un impacto duradero en los viajes de negocios y las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos.
Hasta el momento, las autoridades chinas no han respondido a las solicitudes de comentarios sobre esta situación, y las empresas están tomando medidas para mitigar los riesgos y proteger a sus empleados mientras evalúan la evolución de la situación en China continental.