Un equipo internacional de científicos utilizó el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para estudiar los inicios de la formación planetaria observando una protoestrella llamada DG Taurus que posee un disco protoplanetario liso y sin rasgos distintivos. Esta observación proporciona información valiosa sobre las condiciones previas al inicio de la formación de planetas.
La comunidad científica sostiene que los planetas se forman a partir del polvo y el gas interestelar en el disco que rodea a una protoestrella. Sin embargo, el proceso exacto de cómo comienza esta transformación ha sido un misterio.
Aunque muchos discos presentan estructuras anulares que sugieren la presencia de planetas, encontrar un disco sin estos indicadores ha sido un desafío. Utilizando el observatorio ALMA, un equipo liderado por Satoshi Ohashi del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) detectó un disco uniformemente liso en DG Taurus, que carece de los patrones de anillos típicos en protoestrellas más antiguas.
Esto refuerza la idea de que DG Taurus podría estar en las etapas iniciales de la formación de un planeta. Entender los orígenes de planetas similares a la Tierra es esencial para comprender el comienzo de la vida.
Además, al estudiar el disco en diferentes longitudes de onda, el equipo obtuvo información sobre el tamaño y la distribución del polvo. Los hallazgos sugieren que las regiones exteriores del disco podrían ser el punto de partida para la formación de planetas, desafiando la creencia anterior de que el disco interior era el lugar de inicio. La capa interna del disco mostró una alta proporción de polvo en relación con el gas, lo que indica que el disco está preparado para la formación temprana de planetas.
Este estudio es fundamental para responder a la pregunta sobre cómo comienza el proceso de formación planetaria y destaca la importancia de ALMA para capturar una variedad de estructuras de discos y comprender las condiciones iniciales de la formación de planetas.