Frances Bean Cobain, la única hija del legendario músico Kurt Cobain, ha dado un paso importante en su vida al casarse con Riley Hawk, el hijo del famoso patinador de skate Tony Hawk. Esta unión entre dos destacadas figuras de los años noventa ha capturado la atención de fanáticos y seguidores de ambas familias.
La noticia de la boda fue anunciada por “TMZ”, revelando que la pareja había obtenido una licencia de matrimonio en septiembre y que, solo unos días después, legalizaron su unión. Los recién casados han recibido felicitaciones y buenos deseos por este emocionante capítulo en sus vidas.
Frances Bean Cobain, nacida el 18 de agosto de 1992, es la hija de Kurt Cobain y Courtney Love, dos influyentes figuras en el mundo del rock que surgieron con las bandas Nirvana y Hole. La sombra de la icónica figura de su padre la ha acompañado a lo largo de los años, y aunque ha luchado por separarse de su legado, su presencia sigue siendo palpable a través de su música y su rostro.
Riley Hawk, por su parte, es el hijo de Tony Hawk, uno de los patinadores más emblemáticos de la historia y una figura icónica de los años noventa. La relación entre Frances Bean y Riley ha sido bien recibida en las redes sociales, ya que ambos son hijos de figuras destacadas de esa época.
La boda de Frances Bean y Riley Hawk se llevó a cabo en Los Ángeles el 7 de octubre, y contó con la presencia de Michael Stipe, el cantante de R.E.M., quien cantó durante la ceremonia. Es relevante mencionar que Stipe es el padrino de Frances Bean, junto con Drew Barrymore, quien fungió como su madrina.
Este no es el primer matrimonio de Frances Bean, ya que en 2014 contrajo matrimonio con el músico Isaiah Silva, del cual se divorció en 2016. La separación de la pareja llevó a una disputa legal, ya que Silva se negó a devolver una guitarra que perteneció a Kurt Cobain y que Frances Bean había usado en la icónica presentación de Nirvana en el MTV Unplugged en 1994. Courtney Love, la madre de Frances, reveló que su exyerno tenía problemas mentales y creía ser la reencarnación de Kurt Cobain, lo que explicaría su obsesión por el fallecido músico.