Científicos japoneses están llevando a cabo investigaciones para manipular la trayectoria de la luz utilizando cristales fotónicos, emulando el efecto gravitatorio que los objetos masivos, como los agujeros negros, tienen sobre la luz. Estos avances podrían tener aplicaciones clave en la tecnología de comunicación 6G, según un informe publicado en Physical Review A.
La teoría de la relatividad de Albert Einstein establece que la luz se curva cuando interactúa con campos gravitatorios de objetos masivos, lo que se ha observado cerca de agujeros negros y cúmulos de galaxias.
Los cristales fotónicos son estructuras nanoscópicas organizadas y repetitivas con un índice de reflexión único. En la naturaleza, se pueden observar efectos similares en las alas de mariposas y plumas tornasoles. Los cristales fotónicos pueden curvar la trayectoria de la luz de manera análoga a cómo lo hace la gravedad en el espacio, un fenómeno conocido como pseudogravedad.
Un equipo de físicos liderado por Kanji Nanjyo del Instituto de Tecnología de Kioto está experimentando con cristales fotónicos para controlar la trayectoria de la luz. Mediante modificaciones en la estructura de los cristales, pudieron replicar el efecto gravitatorio en la luz. El experimento implicó la deformación gradual del espaciado regular de los elementos en un cristal fotónico de silicio, que resultó en la curvatura del rayo de luz, similar a lo que sucede al pasar cerca de un objeto masivo en el espacio, como un agujero negro.
Los investigadores creen que este descubrimiento podría allanar el camino para la comunicación del futuro, particularmente en el ámbito de la comunicación 6G. Al dirigir haces de luz en el rango de terahercios, se podrían lograr mejoras significativas en la velocidad y capacidad de transmisión de datos. Además, los hallazgos podrían abrir nuevas direcciones de investigación en el campo de la física de gravitones, partículas teóricas que se cree que median en la fuerza gravitatoria del universo. Estos resultados podrían ser relevantes en el estudio de los gravitones, que son partículas mediadoras propuestas para la gravedad, y actualmente no se han observado directamente ni se ha confirmado su existencia experimentalmente.