Omegle, la icónica plataforma de chat por video, pone fin a su legado de 14 años en la web. Esta impactante decisión surge en medio de crecientes señalamientos de abuso y explotación sexual infantil que han sacudido a la plataforma.
Leif K-Brooks, fundador de Omegle, ha anunciado la clausura del servicio argumentando que la operación ya no resultaba viable, ni desde una perspectiva financiera ni emocional. En una declaración pública, Brooks también reconoció que la plataforma se había convertido en escenario de “crímenes atroces” y ofreció disculpas a aquellos que la habían empleado de manera positiva.
Omegle ha sido objeto de críticas y demandas legales en los últimos años debido a su supuesta complicidad en la explotación sexual infantil. Uno de los casos más notorios involucró el emparejamiento de una niña de 11 años con un depredador sexual.
Este cierre se produce en un contexto en el que legisladores de todo el mundo están implementando regulaciones más rigurosas en línea para combatir la explotación sexual infantil. A pesar de los innumerables esfuerzos por mejorar la plataforma, no se logró garantizar la seguridad de sus usuarios.
Aunque el sitio web de Omegle permanece en línea para albergar el comunicado de Leif K-Brooks, la función de chat por video anónimo ha sido desactivada. En su apogeo, Omegle atraía a aproximadamente 50 millones de visitantes al mes.
Brooks, quien inició el proyecto a los 18 años y lo mantuvo financieramente independiente, ha expresado su inquietud por el futuro de Internet y la escasez de oportunidades para la participación activa y la auténtica conexión humana.