Los Angeles Lakers aseguraron su lugar en las semifinales del ‘NBA In-Season Tournament’ al vencer a los Phoenix Suns por 106-103 en un partido lleno de emoción y polémica. La controversia se desató en los últimos segundos cuando, con una ventaja de +2 (105-103) para los Lakers y 11.2 segundos en el reloj, LeBron James solicitó un tiempo muerto durante un tumultuoso intento de recuperación del balón por parte de ambos equipos.
Aunque la posesión del balón era discutible, los árbitros concedieron el tiempo muerto solicitado por James. Esta decisión generó enojo entre los jugadores y el cuerpo técnico de los Suns, quienes reclamaron vehementemente, pero no hubo marcha atrás. Posteriormente, Anthony Davis anotó un tiro libre, aumentando la ventaja a +3 para los Lakers, y Kevin Durant falló un intento de triple desde lejos que habría forzado la prórroga.
Tras el partido, los árbitros ofrecieron su explicación a través de los medios de la NBA, indicando que, según la revisión en vídeo, Austin Reaves aún tenía control del balón cuando LeBron James pidió el tiempo muerto. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar, y miembros de los Suns expresaron su descontento en la rueda de prensa posterior al juego.
El entrenador de los Suns, Frank Vogel, señaló que era extremadamente decepcionante y cuestionó por qué no se permitió revisar la decisión. Devin Booker también expresó su descontento, asegurando que todos vieron lo que sucedió y esperaban una oportunidad justa. Por su parte, Kevin Durant, aunque admitió que fue una jugada controversial, destacó que no fue la razón principal de la derrota y señaló otros aspectos del juego que contribuyeron al resultado final. La controversia continúa siendo tema de debate en redes sociales y medios deportivos.