El equipo de astrónomos del Instituto SETI ha anunciado el descubrimiento de señales de radio repetitivas provenientes de fuera de la Vía Láctea, presentando características nunca antes observadas. Estas señales, conocidas como ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés), arrojan nueva luz sobre este enigma cósmico, ofreciendo la posibilidad de comprender mejor los secretos del inexplorado espacio profundo. Las FRB son destellos intensos de luz de radio que generan la misma energía que nuestro Sol en un año, pero en tan solo una milésima de segundo. Sin embargo, el equipo del SETI asegura que las recién descubiertas FRB, designadas como FRB 20220912A, no se asemejan a ninguna detectada hasta la fecha.
A diferencia de la mayoría de las FRB que disminuyen gradualmente en tono, las recientes señales captadas por el SETI exhiben un cambio tonal similar a un silbido cósmico nunca antes registrado. Para traducir este fenómeno en sonidos comprensibles, los investigadores utilizaron un xilófono. Según describen, las notas agudas se encuentran al principio del clip de audio, mientras que las notas graves resuenan al final, creando la impresión de golpes repetidos en la nota más grave de un xilófono.
El equipo de investigación del Instituto SETI informa el descubrimiento de hasta 35 de estas FRB en un periodo de dos meses. A pesar de los esfuerzos por identificar patrones en los tiempos entre las explosiones, no se encontraron indicios de regularidad, destacando la naturaleza impredecible y desconcertante de estas ondas de radio. Los resultados de esta investigación se detallarán en un próximo artículo aceptado para su publicación en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
El enigma de las FRB, descubierto por primera vez en 2007, ha fascinado a los astrónomos debido a su origen y características cambiantes. La comunidad científica aún lucha por explicar cómo estas señales pueden generar una cantidad tan masiva de energía en un lapso de tiempo tan breve. Algunos astrónomos teorizan que las FRB pueden ser causadas por magnetars, estrellas de neutrones con campos magnéticos extremadamente fuertes, mientras que otros sugieren que podrían surgir de la colisión de estrellas de neutrones o la fusión de enanas blancas. Sofia Sheikh, autora principal del estudio y miembro del Instituto SETI de California, comenta: “Este trabajo es apasionante porque confirma las propiedades conocidas de los FRB y descubre otras nuevas. Estamos reduciendo el origen de las FRB, por ejemplo, a objetos extremos como los magnetars, pero ningún modelo existente puede explicar todas las propiedades que se han observado hasta ahora”.