La legendaria canción “Devuélveme a mi chica” de Los Hombres G se encuentra en el epicentro de una polémica que despierta cuestionamientos sobre su idoneidad en la actualidad. La pieza, que ganó gran notoriedad, incluye términos como “mamón” y “marica”, este último hoy considerado peyorativo y homofóbico en el contexto moderno.
Ante las críticas, los miembros de la banda española han reaccionado con asombro. En una conversación con Los40Classic, expresaron su desconcierto ante la reinterpretación pública de su música, insistiendo en la naturaleza humorística original de la canción.
“La canción no busca ofender a nadie, es un chiste. Nadie se ha sentido ofendido hasta ahora, y hace 40 años que creamos la canción. ¿Qué está ocurriendo ahora?”, se preguntaron, manifestando su perplejidad ante la repentina controversia.
A pesar de las corrientes actuales de corrección política y autocensura, David Summers, el vocalista, se mantiene firme en su decisión de no alterar el contenido de sus letras.
“Jamás cambiaré ni una coma de lo que he escrito porque nunca he escrito con la intención de ofender a nadie”, afirmó, delineando una clara demarcación entre la intención artística y la interpretación del público.
Summers critica la “sugestión” de adaptar el lenguaje a las nuevas directrices de comunicación, sosteniendo que la sociedad actual, con su elevada susceptibilidad, puede sentirse ofendida con facilidad.
Frente a este fenómeno, aboga por la prudencia, manteniendo su esencia: “No quiero herir a nadie. Ahora, como la gente se ofende por cualquier cosa, hay que tener más prudencia”, concluyó.
Esta situación reabre el debate sobre la evolución en la percepción de las obras culturales y el choque entre la expresión libre y la responsabilidad de no ofender en un mundo cada vez más consciente de la diversidad y sensibilidad de sus ciudadanos.
Los Hombres G, defensores acérrimos de la autenticidad de su arte, se ven enfrentados a una realidad donde las palabras y sus significados generan discusiones que trascienden lo musical.