Científicos han alcanzado un hito en la comprensión del origen de la vida compleja en el cosmos al descubrir los primeros fósiles de estructuras fotosintéticas en Australia y Canadá. Estos fósiles, datados en 1.750 millones de años, proporcionan evidencia directa de fotosíntesis oxigénica, demostrando que este proceso comenzó 1.200 millones de años antes de lo estimado previamente. Las cianobacterias fosilizadas encontradas fueron los primeros organismos en realizar fotosíntesis oxigénica, desafiando la creencia anterior de que la fotosíntesis evolucionó en forma primitiva sin producir oxígeno. Este descubrimiento no solo transforma nuestra comprensión de la evolución temprana de la vida en la Tierra, sino que también ofrece pistas valiosas para la búsqueda de vida extraterrestre.
El estudio, publicado en la revista Nature, destaca que las cianobacterias actuaron como pequeñas fábricas, utilizando membranas tilacoides como paneles solares internos para convertir la luz solar, agua y dióxido de carbono en energía y oxígeno. Estos microorganismos respiraban dióxido de carbono y exhalaban oxígeno, contribuyendo a cambiar la atmósfera terrestre, crucial para el desarrollo de formas de vida complejas.
La producción temprana de oxígeno por estas cianobacterias impactó la química de los océanos y la atmósfera, desencadenando la evolución de la biosfera y formas de vida complejas. Este hallazgo es crucial no solo para entender nuestra historia planetaria, sino también para desarrollar métodos en la búsqueda de vida en otros mundos. Investigadores de la NASA consideran que la diversidad de colores en la fotosíntesis en diferentes planetas podría ser clave para identificar vida compleja en el universo.
Este estudio, liderado por la Dra. Nancy Kiang del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, contribuye significativamente a nuestra exploración de planetas similares a la Tierra en la búsqueda de signos de vida.