En una destacada actuación, el Girona, dirigido por Míchel Sánchez, consolidó su liderato en LaLiga EA Sports al vencer al Rayo Vallecano 3-1 en los octavos de final de la Copa del Rey. Con un punto de ventaja sobre el Real Madrid, aunque con un partido más disputado, el equipo catalán demostró su dominio y continúa construyendo su exitoso camino en el torneo del KO.
Cristhian Stuani, con dos goles, y Daley Blind fueron los protagonistas de la victoria, llevando al Girona a los cuartos de final por segunda vez en su historia en este torneo. El equipo rojiblanco, que sumó su decimosexto partido sin derrota, exhibió un rendimiento sobresaliente durante la primera media hora, recuperando el impulso tras el empate anterior en Almería.
A pesar de un susto inicial con un intento de gol por parte del Rayo Vallecano, el Girona rápidamente se adueñó del partido, ejerciendo un dominio absoluto y forzando al Rayo a esperar oportunidades en transición. El primer gol llegó en el minuto 15, con Viktor Tsygankov asistiendo a Portu, quien, a su vez, habilitó a Stuani para su gol número 125 como rojiblanco.
El Girona amplió su ventaja con un penalti transformado por Portu en un estilo Panenka, sumando así su décimo gol de la temporada. Daley Blind, atento en el área, contribuyó al tercer gol en el minuto 26, consolidando aún más la posición dominante del Girona.
A pesar de un gol de honor por parte de Randy Nteka para el Rayo Vallecano, el Girona mantuvo el control del partido, demostrando un juego notoriamente sólido. A medida que avanzaba el encuentro, Míchel Sánchez gestionó estratégicamente las sustituciones, dando entrada a Yan Couto y al debutante Antal Yaakobishvili.
Aunque Nteka amenazó con reducir la diferencia en el marcador, el Girona se mantuvo firme y aseguró su victoria. La sólida actuación del equipo catalán en la Copa del Rey deja a los aficionados ansiosos por los cuartos de final y fortalece la posición del Girona como un serio contendiente en el torneo. Con la vista puesta en el próximo enfrentamiento contra el Sevilla, el equipo dirigido por Míchel Sánchez demuestra que su ambición en la Copa del Rey está más viva que nunca.