Un estudio realizado por miembros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), publicado en Advanced Intelligent Systems, ha explorado una nueva dirección en la robótica, combinando componentes biológicos con partes sintéticas para crear lo que se ha denominado como “robots biohíbridos”.
Estos robots blandos incorporan tejido muscular vivo de células de ratón en su estructura, actuando como actuadores que mueven el robot al contraerse. Esta investigación liderada por Ritu Raman ha logrado avances significativos en la creación de estas estructuras flexibles, que imitan el funcionamiento de las células musculares humanas.
Si bien la investigación ha utilizado tejido muscular de ratón, plantea cuestiones éticas sobre la posibilidad de utilizar tejido muscular humano en el futuro. Aunque hasta ahora no se ha recurrido a tejido humano, es importante destacar que se ha empleado tejido animal en el proceso, lo que plantea dilemas éticos en cuanto al uso de animales de laboratorio.
El objetivo principal de esta investigación es desarrollar robots pequeños que puedan trabajar dentro del cuerpo humano de manera no invasiva para ayudar en procedimientos médicos. Aunque el enfoque actual está en robots blandos, como prótesis biohíbridas, existe el potencial para aplicaciones más amplias en el futuro, como la creación de prótesis que no sean rechazadas por el cuerpo humano.