El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, informó que el obispo Salvador Rangel Mendoza pudo haber sido víctima de un secuestro exprés, aguardando confirmación de su estado de salud para recabar su testimonio.
En una entrevista con medios, Carmona expresó: “Estamos a la espera de la corroboración de su estado de salud. Parece que está bien. Preliminarmente, lo que tenemos es que pudo haber sido un secuestro exprés. Esperaremos el veredicto médico para proceder con su declaración”.
Según un comunicado de la Fiscalía de Morelos, el obispo emérito fue visto por última vez el sábado 27 de abril en Jiutepec, Morelos, abriendo así una investigación por desaparición.
“Desde el inicio, se han llevado a cabo las diligencias correspondientes, logrando localizarlo la tarde de este lunes en un centro hospitalario en Cuernavaca, donde se reporta estable”, señaló el comunicado.
El fiscal Carmona se reunió en el hospital con representantes de la diócesis de Cuernavaca, y la investigación continúa a través de la Fiscalía de Desaparecidos, en coordinación con autoridades federales y estatales.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dio a conocer la desaparición del obispo Salvador Rangel Mendoza el lunes 29 de abril y solicitó la colaboración de los gobiernos federal, estatal y municipal para su pronta localización.
“Instamos al Gobierno Federal, a los Gobiernos Estatales de Morelos y Guerrero, y a las autoridades municipales correspondientes a actuar de manera coordinada y eficaz para traer de vuelta a casa, sano y salvo, al obispo”, afirmó la CEM.
Afortunadamente, menos de dos horas después de la alerta, el Episcopado Mexicano confirmó que el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa había sido encontrado con vida en un hospital de Cuernavaca.
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