El cardenal Angelo Sodano, controvertido funcionario del Vaticano, falleció este viernes a los 94 años. El cardenal, que fue uno de los hombres más poderosos del Vaticano, se encontraba desde hace tiempo hospitalizado en una clínica romana por complicaciones tras contraer COVID-19.
Sodano fue acusado de encubrir a uno de los abusadores sexuales más conocidos de la Iglesia Católica, Marcial Maciel.
Ángelo Sodano, fue secretario de Estado del Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI, y ocupó el segundo puesto de la jerarquía vaticana durante 16 años, entre 1990 y 2006.
Fué sacerdote en 1950 y entró en el servicio diplomático varios años después. Sirvió en las embajadas del Vaticano en Ecuador, Uruguay y Chile antes de ser llamado de nuevo al Vaticano para desempeñar funciones administrativas de alto nivel.
En una serie de artículos publicados en el National Catholic Reporter en 2010 Jason Berry, un destacado experto en la crisis de abusos sexuales de la Iglesia, escribió cómo Sodano impidió que el Vaticano investigara al padre Marcial Maciel, fundador de la orden religiosa de la Legión de Cristo.
Después de la muerte de Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI intensificó las investigaciones sobre Maciel y lo destituyó en 2006, cuando el Vaticano reconoció que las acusaciones que había dejado de lado durante décadas eran ciertas.
La Legión de Cristo reconoció posteriormente que Maciel, fallecido en 2008, llevaba una doble vida como pederasta, mujeriego y drogadicto. Sodano negó varias veces las acusaciones de que conocía la doble vida de Maciel y de que lo había encubierto.
En 2010, cuatro años después de que Benedicto reemplazara a Sodano como secretario de Estado, el cardenal Christoph Schoenborn de Viena lo acusó de haber bloqueado una análisis a gran escala del ex cardenal austriaco Hans Hermann Groer.
Groer dimitió como arzobispo de Viena en 1995 tras las acusaciones de que había abusado sexualmente de jóvenes seminaristas. Murió en 2003 sin admitir su culpabilidad ni enfrentarse a los cargos. Sodano también negó esas acusaciones.
Fué en el 2010 que las víctimas de abusos sexuales por parte del clero condenaron a Sodano por decir en un discurso público de Pascua que los abusos eran en su mayoría “chismes insignificantes”.