En un partido crucial para las aspiraciones de Inglaterra en la Eurocopa, Jude Bellingham y Harry Kane se erigieron como los héroes del equipo, asegurando una victoria importante. Sin embargo, a pesar del triunfo, los problemas para el técnico Gareth Southgate persisten. La falta de consistencia y la fragilidad defensiva han sido temas recurrentes que Southgate debe abordar si quiere que su equipo avance en el torneo.
Bellingham, con su juventud y energía, ha sido una revelación. Su habilidad para romper líneas y crear oportunidades ha sido un soplo de aire fresco para Inglaterra. Kane, por su parte, sigue demostrando por qué es uno de los delanteros más temidos del mundo. Su capacidad para definir en momentos cruciales ha sido vital para mantener a Inglaterra en la pelea.
A pesar de las actuaciones individuales destacadas, el equipo aún muestra signos de debilidad, especialmente en la defensa. La falta de cohesión y errores puntuales han costado caro en partidos anteriores. Southgate, consciente de estos desafíos, ha señalado que “es un trabajo en progreso” y que están trabajando para corregir estos aspectos.
La presión sobre Southgate aumenta a medida que avanza el torneo. La afición y los medios de comunicación exigen resultados, y aunque la calidad individual de los jugadores es innegable, la verdadera prueba será si pueden funcionar como un equipo cohesionado en los momentos cruciales.