Pierre Gasly expresó su descontento con la sanción impuesta en el Gran Premio de Italia, calificándola de “injusta”. El piloto francés fue penalizado tras un incidente con Kevin Magnussen, lo que comprometió su posición en la carrera.
Gasly argumentó que la sanción fue excesiva y que “los comisarios deben reconsiderar este tipo de decisiones que pueden afectar significativamente el resultado de una carrera”. Esta controversia reaviva el debate sobre la consistencia en la toma de decisiones por parte de los oficiales de carrera en la Fórmula 1.
Aunque las sanciones son parte del deporte, Gasly insiste en la necesidad de evaluar con mayor precisión cada incidente para evitar que decisiones cuestionables afecten a los pilotos.