El campeón mundial de boxeo, Oleksander Usyk, fue detenido en Polonia por autoridades locales, lo que generó una reacción inmediata del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien intercedió para su liberación. Usyk, que actualmente es una figura prominente en la lucha por la libertad de Ucrania, fue retenido mientras se encontraba en un viaje para promover eventos benéficos destinados a apoyar a las víctimas de la guerra en su país natal.
El incidente fue descrito como “confuso” por fuentes cercanas al boxeador, quienes explicaron que la razón de la detención no fue inmediatamente clara. Tras ser liberado, Usyk expresó gratitud a Zelensky por su intervención y declaró su compromiso de seguir apoyando la causa ucraniana: “Seguiré luchando, dentro y fuera del ring, por la libertad de mi país”.
Este episodio ha incrementado la popularidad de Usyk, no solo como deportista, sino como un símbolo de resistencia en medio del conflicto. Aunque se resolvió sin mayores complicaciones, la detención ha llamado la atención de los medios internacionales y generado preguntas sobre la seguridad de las figuras públicas involucradas en causas políticas.