Las residencias del mariscal de campo Patrick Mahomes y el ala cerrada Travis Kelce fueron asaltadas en días consecutivos el mes pasado, según informaron fuentes policiales. Ambos jugadores de los Kansas City Chiefs fueron víctimas de robos que generaron preocupación en el equipo y sus seguidores.
Mahomes calificó el incidente como “frustrante y decepcionante”, al tiempo que expresó su descontento ante la falta de seguridad en sus hogares. Aunque no se revelaron detalles específicos sobre lo robado, el asalto ha generado alarma en la comunidad deportiva, en especial considerando la relevancia de ambos jugadores en la NFL.
Estos hechos destacan la vulnerabilidad a la que pueden estar expuestos los deportistas de alto perfil, independientemente de las medidas de seguridad que puedan tomar. Tanto Mahomes como Kelce, en medio de sus compromisos deportivos, ahora enfrentan este desafío personal.