La mala práctica agrícola impulsada por PepsiCo en el Sur de Nuevo León está provocando la extinción al perrito llanero mexicano (Cynomys mexicanus), una especie endémica que desempeña un papel clave en el equilibrio ecológico de los pastizales.
El desperdicio de agua del subsuelo y el crecimiento descontrolado del cultivo de papa para Frito-Lay, filial de PepsiCo dedicada a la producción de frituras, ha fragmentado y destruido su hábitat, comprometiendo no solo a esta especie, sino al ecosistema entero.
PepsiCo es una de las principales compradoras de papa en la región.
“Desde Parques y Vida Silvestre de Nuevo León hacemos un llamado urgente y directo a la empresa: es momento de asumir una verdadera responsabilidad ambiental”, señaló Glen Villarreal Zambrano, director de la dependencia estatal.
“Instamos a PepsiCo a revisar a fondo las prácticas de sus proveedores, vetar a quienes no cumplan, y a trabajar en conjunto con organizaciones ambientales y autoridades para implementar soluciones efectivas.
“Existen certificaciones, estrategias y modelos de producción sustentable que permiten compatibilizar la actividad agrícola con la conservación de especies clave. La biodiversidad y la producción no tienen por qué estar en conflicto”.
El perrito llanero mexicano está catalogado como un “ingeniero ecológico fundamental”.
Su desaparición, agregó el director de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, alteraría drásticamente el ecosistema, afectando a muchas otras especies y reduciendo la salud de los suelos.
“Ignorar esta problemática no solo pone en riesgo la biodiversidad de México, sino también la estabilidad a largo plazo de la producción agrícola misma”, señaló Villarreal Zambrano.
“Desde nuestra institución, estamos dispuestos a colaborar con PepsiCo para buscar soluciones que incluyan la compra y protección de tierras para salvar a la especie.
“El tiempo apremia: la conservación no es un obstáculo para el desarrollo, es una inversión en el futuro. El perrito llanero y su hogar no pueden esperar más”.