Aunque refrigerar los alimentos suele asociarse con conservación, algunos productos se deterioran si se guardan en frío. Expertos en nutrición advierten que tres alimentos comunes no deberían estar en el refrigerador: tomates, papas y pan.
Los tomates pierden sabor y textura cuando se enfrían. Su maduración natural se interrumpe, lo que los vuelve harinosos y menos jugosos. Lo ideal es almacenarlos en un sitio fresco, alejado de la luz directa.
Las papas, al ser expuestas a bajas temperaturas, transforman su almidón en azúcar, lo que modifica su sabor y puede provocar la formación de acrilamida, una sustancia perjudicial para la salud al cocinarse a altas temperaturas. Deben conservarse en lugares secos y ventilados.
El pan, por su parte, se endurece más rápido en la nevera debido a la retrogradación del almidón. En lugar de refrigerarlo, es preferible congelarlo si no se va a consumir pronto, y después tostarlo.
Entender el almacenamiento correcto de los alimentos no solo mejora su sabor y textura, sino que también ayuda a preservar sus propiedades y evitar desperdicios.
#ConsejosDeCocina #NoRefrigeresEsto #SaludAlimentaria #VidaSana #TipsDeAlmacenamiento