El gobierno federal prepara un nuevo requisito para las licitaciones públicas de medicamentos: que las farmacéuticas participantes cuenten con al menos una planta de producción en territorio mexicano. Esta medida, según autoridades, tiene como objetivo fortalecer la industria nacional, mejorar el abasto y asegurar calidad en los fármacos adquiridos con recursos públicos.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, explicó que esta disposición ya existía, pero fue eliminada durante el sexenio de Felipe Calderón. “Quitaron de la Ley de Salud una cláusula que decía que todo el que vendiera al gobierno tenía que tener una planta en México”, señaló.
Aunque no se exigirá de inmediato, el requisito podría entrar en vigor gradualmente y no aplicaría para la próxima compra consolidada de medicamentos, prevista para surtir durante 2027.
Julio Ordaz, director general de AstraZeneca México, consideró que esta medida puede contribuir al desarrollo de la industria, pero advirtió que no todos los medicamentos pueden producirse localmente sin afectar costos. “Existen economías de escala que ayudan a simplificar procesos y bajar costos, lo que también es clave en la innovación”, explicó.
Actualmente, 88.9% de las casi 2,000 farmacéuticas en México tienen capital nacional. En 2022, el sector registró ventas por más de 536 mil millones de pesos, lo que representó un aumento del 6% respecto al año anterior, según datos del Inegi.
El enfoque de la nueva política busca equilibrar la soberanía sanitaria con la eficiencia operativa de las grandes farmacéuticas, apuntando a un impacto directo en el bienestar de los pacientes.
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