Dejar a un perro adulto solo en casa es una realidad cotidiana para muchos dueños, pero existen límites recomendados por expertos que deben respetarse para no poner en riesgo el bienestar del animal.
Los veterinarios y especialistas en comportamiento canino coinciden en que el máximo de tiempo recomendado para que un perro adulto permanezca sin compañía no debe superar las seis horas al día. Aunque algunos perros sanos podrían adaptarse a periodos más largos, pasar más de ese tiempo de forma habitual puede derivar en problemas físicos y emocionales.
Entre las consecuencias comunes de una soledad prolongada están los ladridos excesivos, destrucción de muebles, accidentes dentro del hogar, apatía y señales de depresión. Además, limitar el acceso al agua o impedir que el animal haga sus necesidades de forma regular aumenta los riesgos para su salud.
Cuando no es posible reducir ese tiempo, existen estrategias efectivas para minimizar los efectos negativos: dejar juguetes interactivos que estimulen su mente, instalar cámaras para hablarle de forma remota o contratar paseadores de confianza. También puede ser útil pedir apoyo a vecinos o amigos de confianza.
Adaptar la rutina para cuidar la salud emocional y física del perro no siempre requiere grandes cambios. Pequeñas acciones diarias pueden marcar la diferencia.
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