A partir de hoy, Estados Unidos implementa un arancel del 50% a las importaciones de acero y aluminio, duplicando la tarifa anterior. La medida, anunciada por el presidente Donald Trump, busca proteger la industria nacional frente a prácticas de “dumping” por parte de países como China.
Esta decisión ha generado críticas de socios comerciales, incluidos México y Canadá, que consideran la medida como injustificada y perjudicial para las relaciones comerciales. Además, expertos advierten que podría encarecer productos y afectar la economía estadounidense.
Reino Unido es la única excepción, manteniendo un arancel del 25% tras un acuerdo temporal. Mientras tanto, países afectados evalúan posibles represalias y buscan negociar exenciones.
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