Max Verstappen enfrenta una amenaza real de suspensión en la Fórmula 1, pero asegura que no modificará su forma de competir. A un solo punto de penalización de quedar fuera de una carrera, el piloto neerlandés no está dispuesto a cambiar su enfoque ni su estilo de manejo, pese al riesgo inminente en los próximos Grandes Premios de Canadá y Austria.
Durante la última carrera en España, Verstappen fue sancionado con 10 segundos y tres puntos de penalización tras un incidente con George Russell de Mercedes, acumulando un total de 11 puntos en 12 meses. Alcanzar los 12 conllevaría automáticamente una carrera de suspensión. Sin embargo, el neerlandés fue claro: “No ha cambiado nada. ¿Por qué debería hacerlo? Es lo que hay… simplemente voy a correr como siempre. Confío en mí mismo”.
El tricampeón del mundo explicó que su frustración en la pista se originó por una cadena de factores: una estrategia de tres paradas perjudicada por un coche de seguridad tardío, un roce con Charles Leclerc en plena recta y el toque de Russell en la primera curva. A ello se sumó una orden innecesaria del equipo para devolver la posición al piloto británico, lo cual solo aumentó su enojo.
Pese a todo, Verstappen reconoció su error en el incidente, aunque señaló que “todo el mundo comete errores en la vida. Todos aprendemos y seguimos adelante”.
Ante la posibilidad de que su situación de penalizaciones siga siendo tema hasta octubre, cuando comenzará a perder puntos acumulados, Verstappen fue tajante: “Tal vez para ti, no para mí. No pienso en ello”.
Con esta postura, el piloto de Red Bull deja claro que su mentalidad competitiva permanece intacta, incluso cuando está bajo la lupa de los comisarios.
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