La tensión en Medio Oriente alcanzó un nuevo nivel después de que un ataque con misiles, atribuido a Irán, impactara el Hospital Soroka en Beersheba, al sur de Israel, dejando al menos 240 personas heridas. El gobierno israelí calificó el hecho como una agresión directa contra su infraestructura civil.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, responsabilizó directamente al líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, asegurando que “Khamenei declara abiertamente que quiere destruir a Israel; él mismo da la orden de disparar contra los hospitales”. Katz añadió que “ya no se puede permitir que el líder supremo de Irán exista”.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea dirigida a instalaciones vinculadas al programa nuclear iraní. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó desde los escombros del hospital que “Irán pagará un alto precio”. Además, expresó confianza en que Estados Unidos, bajo el liderazgo del expresidente Donald Trump, “hará lo mejor para Estados Unidos”, destacando que ya se ha ofrecido “una gran ayuda”.
El gobierno iraní, por su parte, afirmó que el blanco del ataque era una base militar y de inteligencia, no un hospital. Sin embargo, el impacto a instalaciones civiles ha generado una condena internacional. Rusia, aliado de Irán, advirtió a Washington que una eventual intervención directa sería un “paso extremadamente peligroso”.
La situación en la región continúa deteriorándose, mientras aumentan las voces que alertan sobre el riesgo de una guerra regional de mayores proporciones.
#ConflictoMedioOriente #IsraelIrán #HospitalSoroka #Netanyahu #TensiónGlobal