Tres nuevas especies de arañas marinas del género Sericosura han sido descubiertas en los fondos marinos del Pacífico oriental, desde California hasta Alaska, según un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences. Lo inusual de estas criaturas no es solo su aspecto, sino su dieta: consumen bacterias que se alimentan de metano.
Las pequeñas arañas, de apenas un centímetro de largo y completamente translúcidas, fueron halladas en zonas conocidas como “fugas de metano”, regiones donde este gas se libera del fondo marino. En sus exoesqueletos albergan bacterias metanotróficas y metilotróficas, que convierten el metano y el metanol en energía.
“Proponemos que estas arañas marinas cultivan y consumen bacterias metanotróficas”, escribieron los investigadores. Esta relación simbiótica amplía el conocimiento sobre los vínculos entre la fauna marina y los microbios, y aporta datos clave sobre los ciclos de metano en los océanos, un proceso relevante para la regulación del clima.
Shana Goffredi, bióloga y coautora del estudio, calificó el hallazgo como “un accidente feliz”, y subrayó su importancia ecológica: “Aunque el mar profundo parezca lejano, lo que ocurre allí nos afecta a todos. Es fundamental para el clima, la producción de oxígeno y la pesca”.
El descubrimiento aporta una pieza valiosa al entendimiento de las redes alimenticias en las profundidades del mar y la biodiversidad en entornos extremos.
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