La Secretaría de Salud confirmó un caso de sarampión en la Ciudad de México, lo que ha encendido la alerta sanitaria por el riesgo de un brote en una zona de alta densidad poblacional.
El pediatra Alejandro García-Robles Ortiz explicó que el sarampión es una de las enfermedades más contagiosas, transmitida por contacto directo o por gotículas que permanecen en el aire. Una persona infectada puede transmitir el virus incluso después de abandonar un espacio cerrado, lo que incrementa el riesgo de propagación.
La vacuna es la única herramienta efectiva. En México el esquema contempla dos dosis: a los 12 y 18 meses. En caso de brote, se aplica una “dosis cero” a bebés de entre seis y nueve meses. Adultos que no tengan comprobante de haber recibido las dos dosis también deben vacunarse.
El sarampión no tiene tratamiento específico. Los cuidados se centran en aliviar los síntomas, evitar complicaciones y aplicar medidas de aislamiento. Entre las consecuencias graves se encuentran lesiones pulmonares permanentes y daño cerebral progresivo.
El riesgo es mayor en mujeres embarazadas, pues la infección puede provocar parto prematuro, bajo peso al nacer o pérdida del embarazo.
La prevención sigue siendo fundamental: vacunación completa, aislamiento de casos confirmados y especial atención en sectores con contacto masivo, como transporte público, escuelas y hospitales.
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