El éxito de Top Gun: Maverick pudo haberse contado de manera distinta si Glen Powell hubiera rechazado participar. El actor reveló que inicialmente buscaba interpretar a Bradley “Rooster” Bradshaw, el coprotagonista de la cinta, aunque finalmente el papel recayó en Miles Teller.
En su lugar, los productores ofrecieron a Powell encarnar a Jake “Hangman” Seresin, antagonista de la historia. El actor no estaba convencido y, en un principio, decidió no aceptar la propuesta al considerar que el personaje no tenía el peso que buscaba. Sin embargo, fue Tom Cruise quien logró persuadirlo de cambiar de opinión.
Según Powell, la estrella de Hollywood le explicó que todos los personajes de la película eran importantes y que su papel tendría gran impacto en el desarrollo de la trama. Ese respaldo terminó siendo decisivo para que aceptara el reto, transformando a Hangman en uno de los personajes más recordados por el público.
El resultado no solo consolidó la carrera de Powell, sino que también reforzó la visión de Cruise como productor y líder del proyecto, capaz de motivar a sus compañeros para dar lo mejor en pantalla.