La producción de Fast & Furious 11 enfrenta serios obstáculos antes de su rodaje. Aunque hay material visual de Vin Diesel y avances en la preparación, fuentes como Alan Ritchson indican que aún no se ha iniciado oficialmente la filmación. Un reto logístico esencial es coordinar las agendas de un reparto extenso: “intentar que las estrellas se alineen … será una hazaña de la naturaleza”.
Además, Universal Pictures exige una significativa reducción en el presupuesto para aprobar la secuela. Mientras Fast & Furious X costó alrededor de 340 millones de dólares, el estudio busca que la siguiente película no supere los 200 millones.
Todas estas condiciones responden a un cambio en el mercado cinematográfico: la taquilla de grandes franquicias ya no garantiza miles de millones de dólares, y los costos de producción y promoción impactan mucho más. La viabilidad financiera se ha convertido en un factor tan decisivo como la narrativa o el atractivo del elenco.
Con estos factores en tensión, el estreno originalmente contemplado para 2027 podría peligrar si no se cumple con los nuevos requisitos de producción.