A pesar de ser uno de los juegos más esperados de los últimos años, Hollow Knight: Silksong sigue guardando muchos secretos sobre su estructura y diseño. Sin embargo, Team Cherry ha dejado clara una diferencia fundamental respecto al título original y al resto de los metroidvanias del mercado: no será un juego lineal, pero tampoco un mundo abierto tradicional, sino una propuesta intermedia que busca ampliar la libertad del jugador sin perder la esencia del género.
Si bien Silksong mantiene elementos característicos de los metroidvanias —como la exploración progresiva y la adquisición de nuevas habilidades—, sus creadores aclaran que esta entrega rompe ligeramente con la fórmula clásica. Según explican, “definitivamente, lo usamos en algunas áreas del juego, y sigue siendo tradicional en el sentido de que sigues explorando y adquiriendo poderes, pero el mundo empezó a abrirse un poco más de forma natural”.
Esto significa que Hornet, la protagonista, tendrá acceso a múltiples caminos y posibilidades desde etapas más tempranas, propiciando una experiencia más orgánica y fluida. En lugar de guiar estrictamente al jugador, el diseño de niveles buscará impulsar la curiosidad y permitir que cada partida se sienta distinta.
La decisión de Team Cherry apunta a un proyecto más ambicioso, con un mundo interconectado donde la libertad se convierte en una parte clave del ritmo de juego. Con ello, Silksong pretende evolucionar el género sin renunciar a su identidad.







