Hoy se cumplen 11 años de aquel atentado que ocurrió el 25 de agosto del 2011, dejando 52 muertos, cuyos familiares han luchado por mantener viva su demanda de justicia.
El ataque al Casino Royale, es considerado uno de los peores atentados del crimen organizado contra civiles.
Las autoridades atribuyeron el ataque al sanguinario cártel de Los Zetas que, de acuerdo con las versiones oficiales, cometieron el atentado en demanda del pago de extorsiones al casino y fue uno de los más brutales desde que en 2006 el gobierno lanzó una ofensiva inédita contra los cárteles de las drogas, los cuales respondieron también con acciones no vistas hasta esos momentos.
Aquel día de 2011, las llamas provocadas por los presuntos miembros del cártel atraparon y asfixiaron a decenas de clientes y empleados.
Semanas después del ataque, las autoridades detuvieron a 17 presuntos responsables, sin embargo sólo cinco han sido condenados, pero ninguno por homicidio.
Un funcionario federal, que pidió no ser identificado para hablar del tema, dijo a la AP que la investigación sigue abierta y que los cinco sentenciados recibieron condenas por portación de arma de fuego y cartuchos de uso exclusivo del ejército.
Familiares de los fallecidos han denunciado que las autoridades tampoco les han permitido a los familiares tener acceso a los documentos de la investigación, en la que quedó en evidencia la falta de protocolos de protección civil y de evacuación en el casino, lo que agravó la tragedia.
Hoy, jueves 25 de agosto, a las 16:00 horas se realizará la ceremonia en la que se colocarán los nombres de los fallecidos en un espacio justo frente a donde se encontraba el casino.
Más adelante habrá otro memorial viviente a un costado de Palacio de Gobierno, frente a la Iglesia del Sagrado Corazón.
El 31 de agosto, los tres niveles de gobierno ofrecerán disculpas públicas a los deudos del casino en una ceremonia.
