La nación gala se encuentra en estado de alerta ante la invasión de chinches que asola el país, obligando al cierre de numerosas escuelas en un esfuerzo por erradicar esta creciente plaga. Este fenómeno ha desatado una auténtica psicosis colectiva entre los franceses, quienes observan con temor la proliferación de estos insectos en lugares públicos, desde escuelas hasta medios de transporte, hospitales y aeropuertos.
Las principales ciudades, incluyendo París, Marsella, Niza, Lyon, Estrasburgo, Toulouse, Burdeos, Montpellier y Nantes, se han visto afectadas por la invasión de chinches. Estos insectos han sido detectados en escuelas, universidades, cines, el metro, autobuses y trenes públicos, e incluso en hospitales y aeropuertos de renombre como Charles-de-Gaulle y Roissy. La crisis se ha extendido a miles de hogares, provocando una sensación de “psicosis colectiva” en la población.
El ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau, trató de calmar a la ciudadanía en una entrevista en France Inter, aunque admitió que lidiar con chinches puede ser una verdadera pesadilla. Sin embargo, expresó su preocupación por los “abusos” económicos que están surgiendo debido a esta psicosis colectiva, con personas dispuestas a pagar sumas exorbitantes, entre 2,000 y 3,000 euros, para deshacerse de las plagas. El Gobierno se compromete a tomar medidas para controlar y limitar estos precios abusivos.
La Primera Ministra de Francia, Élisabeth Borne, subrayó el impacto angustiante que estas chinches de cama tienen en la vida de los ciudadanos y anunció la creación de un observatorio para supervisar y combatir esta plaga.
En un caso preocupante, la escuela Joséphine Baker en Marsella tuvo que ser evacuada después de descubrir chinches en sus instalaciones, lo que obligó a enviar a los estudiantes a casa hasta nuevo aviso. En Villefranche-sur-Saône, cerca de Lyon, la escuela primaria Albert Camus ha cerrado por segunda vez desde el inicio del año escolar debido a la misma plaga. A pesar de haber implementado medidas de desinfección antes del comienzo de las clases, se requieren tres tratamientos adicionales en los próximos diez días para evitar la eclosión de los huevos. Mientras tanto, en Bagneux, la escuela infantil Paul Éluard también tuvo que someterse a un proceso de desinfección química, permitiendo que los niños regresen a sus aulas con normalidad.
¿Qué se alimenta de estos parásitos? Estas diminutas criaturas, del tamaño de una semilla de manzana, se alimentan de sangre humana, causando picaduras que provocan enrojecimiento de la piel, ampollas y erupciones cutáneas, principalmente durante la noche. Se esconden en colchones y se propagan a través de la ropa y el equipaje. Para su eliminación, se requiere una minuciosa limpieza de las áreas infestadas y, en muchos casos, la intervención de servicios especializados en el control de plagas, según informa Le Parisien.
Esta plaga de chinches, que había desaparecido de la vida cotidiana en los años cincuenta del siglo pasado, ha resurgido en las últimas tres décadas en numerosos países desarrollados. Esto se atribuye a estilos de vida cada vez más nómadas, el aumento de compras de artículos de segunda mano y la creciente resistencia de estos insectos a los insecticidas. En el período entre 2017 y 2022, esta plaga infectó a más del 10% de las familias francesas, lo que generó un costo para la sanidad pública de 230 millones de euros, según datos de Le Figaro.