Después de casi cuatro décadas marcando el rumbo de la moda internacional, Anna Wintour dejará su cargo como editora en jefe de Vogue Estados Unidos, según confirmó la editorial Condé Nast. Aunque abandonará el puesto más alto de la revista, continuará como directora global de contenido tanto de Condé Nast como de Vogue a nivel internacional.
Desde su llegada a la revista en 1988, Wintour revolucionó la estética editorial, imponiendo un estilo más audaz y moderno. Su primera portada, con Michaela Bercu en jeans, rompió con los cánones clásicos del momento. Fue también pionera al incluir figuras no tradicionales, cambiar las sesiones de estudio por locaciones reales y poner a un hombre (Richard Gere) en portada por primera vez junto a Cindy Crawford.
Este cambio de liderazgo forma parte de una reorganización mayor dentro de Condé Nast. Aún no se ha anunciado quién tomará el relevo, pero se espera una figura que represente la nueva etapa del medio, como ya sucedió en el Reino Unido con Chioma Nnadi.
La salida de Wintour representa el fin de una era. Su impacto redefinió el periodismo de moda y transformó a Vogue en un emblema cultural global.
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