En un audaz anuncio, el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, reveló su firme determinación de llevar el Mundial 2034 a Arabia Saudí. Este anuncio llega después de la retirada del país árabe de una propuesta conjunta con Egipto y Grecia para el Mundial 2030, un torneo que finalmente fue adjudicado a España, Portugal y Marruecos, con el respaldo de Argentina, Uruguay y Paraguay.
El Príncipe Bin Salmán expresó “el anhelo de nuestra nación de ser el anfitrión del Mundial 2034, un reflejo del renacimiento que hemos experimentado en todas las esferas”. Según la agencia oficial de noticias saudí, SPA, también afirmó que Arabia Saudí se ha convertido en “una figura de relevancia internacional” en la organización de diversos torneos deportivos.
En sus palabras, “La aspiración de albergar este Mundial es una manifestación de los incansables esfuerzos de nuestro país por promover mensajes de paz y amor a nivel global, destacando el papel crucial que desempeña el deporte como un medio esencial para unir a personas de diversas razas y culturas”.
De este modo, Arabia Saudí emprenderá la búsqueda del apoyo necesario para organizar, aparentemente de manera independiente, el Mundial 2034.
EL CAMINO HACIA EL CENTRO DEPORTIVO GLOBAL
Tras el histórico Mundial de Qatar en 2022, que convirtió a Qatar en el primer país árabe en ser anfitrión del torneo, y con Marruecos listo para ser el segundo en la edición de 2030 en una candidatura conjunta con España y Portugal, Arabia Saudí emerge como un aspirante serio para acoger el Mundial de 2034.
La decisión de Arabia Saudí de presentar su candidatura sigue a la confirmación unánime por parte del Consejo de la FIFA de la elección de España, Portugal y Marruecos como anfitriones del Mundial 2030 en una histórica celebración del centenario de la competición en Montevideo, con partidos en Argentina y Paraguay, países que también formaron parte de la propuesta.
Utilizando inversiones masivas en el fútbol, los clubes saudíes han atraído a estrellas de renombre mundial como Cristiano Ronaldo y Karim Benzema desde finales del año pasado, consolidando la ambición de Arabia Saudí de convertirse en un epicentro deportivo global.