A medida que los esfuerzos por alcanzar las “cero emisiones netas” cobran impulso en la lucha contra el cambio climático, los investigadores exploran soluciones innovadoras para avanzar hacia un mundo “carbono negativo”. En este contexto, un equipo de la Escuela de Minas y Tecnología de Dakota del Sur ha descubierto que una bacteria específica, Geobacillus, puede aumentar la mineralización del dióxido de carbono (CO2) almacenado bajo tierra, acelerando significativamente el proceso.
Estudios realizados por estos investigadores revelaron que la bacteria Geobacillus, cuando se encuentra en condiciones geológicas adecuadas, puede cristalizar el CO2 en tan solo 10 días, utilizando una enzima llamada anhidrasa carbónica. Este proceso acelera considerablemente la mineralización del carbono, convirtiéndolo en minerales de carbonato.
El almacenamiento de CO2 en el subsuelo se considera una estrategia prometedora para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero presenta desafíos debido al riesgo de filtración a la atmósfera. Sin embargo, la mineralización rápida del carbono podría cambiar este panorama al aumentar la cantidad de CO2 que se puede almacenar y al mismo tiempo evitar su fuga.
Los microbios responsables de esta técnica geológica innovadora se encontraron a 1.200 metros bajo la superficie en el Sanford Underground Research Facility, en Dakota del Sur. Los científicos recrearon las condiciones del subsuelo en el laboratorio y observaron cómo la bacteria Geobacillus facilitaba la formación de minerales de carbonato al disolver la roca y reducir la acidez de la solución de roca y CO2.
Estos hallazgos sugieren que la mineralización del carbono podría ser una herramienta efectiva para mitigar el cambio climático al capturar y almacenar el CO2 de manera segura y permanente bajo tierra.