En su más reciente cumbre, el conglomerado BRICS amplió su influencia al incorporar a Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Este grupo, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha tomado un paso histórico al buscar una reconfiguración del orden mundial, dando voz al Sur Global y desafiando la predominancia occidental.
En el encuentro en Johannesburgo, los BRICS respaldaron propuestas de mediación para poner fin a la tensión entre Rusia y Ucrania, recibiendo el reconocimiento del presidente ruso Vladimir Putin por sus esfuerzos hacia una solución pacífica, aunque culpó a Occidente por el conflicto.
En una cumbre extraordinaria virtual el 21 de noviembre, el grupo exigió una “tregua humanitaria, duradera y sostenida” en el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza, reafirmando la búsqueda de una solución justa y duradera al conflicto palestino-israelí mediante medios pacíficos y abogando por la creación de dos Estados.
Sin embargo, la divergencia de posturas dentro del grupo, destacada por la posición de India, complica la unidad. La ausencia del primer ministro indio Narendra Modi en la discusión sobre el conflicto Israel-Hamas resalta la postura contracorriente de India, alineada en este caso con Estados Unidos y su sólida amistad con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
La inclusión de nuevos miembros como Irán, alineado con Rusia y enfrentando tensiones internas, así como la posición de India, plantean desafíos a la cohesión del grupo. Mientras Brasil busca mantener una voz propia en los conflictos, enfrenta críticas por su equilibrio diplomático, especialmente en la guerra en Ucrania.
La ampliación de los BRICS refleja un cambio en la dinámica del grupo, con antiguos miembros como India perdiendo su centralidad. La influencia de Brasil, aunque pugna por mantenerse, enfrenta desafíos al intentar mediar en conflictos de gran escala. Irán, a pesar de su aislamiento, se suma a la coalición, aumentando la complejidad de la situación.
En medio de esta transformación, ¿lograrán los BRICS convertirse en impulsores de una paz mundial duradera o se enfrentarán a mayores tensiones internas que debiliten sus esfuerzos? La respuesta a esta incógnita define el papel de este grupo en la escena geopolítica global.