La nueva propuesta de terror Good Boy ha logrado captar la atención por su enfoque inusual: contada desde el punto de vista de un perro. Actualmente, ante los ojos de la prensa especializada en Rotten Tomatoes, la cinta ostenta una calificación sobresaliente del 90 %, convirtiéndose en un referente emergente dentro del género.
La película traza la historia de Indy y su dueño Todd, quienes abandonan la ciudad para instalarse en una casa rural que guarda oscuros secretos. Mientras Todd permanece ajeno a las fuerzas paranormales que acechan el inmueble, Indy percibe luces, sombras y presencias que escapan al entendimiento humano. En este sentido, la crítica la ha definido como una “película de terror visualmente impactante y emocionalmente devastadora”, pues logra sumergir al espectador en una atmósfera sofocante.
Aunque el relato se vale de clichés fantasmales, su ejecución es lo que lo distingue: Indy no solo observa, sino protege. Esa dualidad entre ternura y horror refuerza la tensión y convierte su lealtad en pieza clave para la narrativa. En efecto, la cinta no solo pretende asustar, sino también conmover.
Con una propuesta tan atrevida como inquietante, Good Boy refuerza la idea de que el terror puede reinventarse a través de nuevas miradas… incluso si tienen cuatro patas.