Después de tres décadas desaparecido, el emblemático busto de bronce de Jim Morrison fue recuperado en París durante una redada policial inesperada. La pieza, creada por el escultor croata Mladen Mikulin en 1981 y colocada en la tumba del vocalista de The Doors en el cementerio Père-Lachaise, había sido sustraída en 1988 sin dejar pistas. Este robo marcó un antes y un después para los seguidores del músico, quienes consideraban el lugar como un santuario para rendir homenaje.
El hallazgo se produjo durante una operación policial contra un caso de fraude, ajeno a la investigación sobre la desaparición del busto. Al inspeccionar el inmueble, las autoridades encontraron la escultura con evidentes daños, incluyendo la ausencia de la nariz en el rostro de Morrison, y señales de que había sido objeto de grafitis y otras marcas a lo largo de los años. A pesar de estas condiciones, se confirmó que se trata de la pieza original robada hace más de 30 años.
Aunque no se ha definido el destino final de la escultura, este descubrimiento representa un cierre simbólico para los fanáticos y una oportunidad para recuperar un símbolo de la cultura musical en París. En este contexto, el Ayuntamiento de París anunció recientemente que una pasarela cercana a la plaza de la Bastilla llevará el nombre de Jim Morrison, reconociendo su influencia en la ciudad.
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