Un vuelo de American Airlines que se dirigía de Nueva York a Milán tuvo que regresar tras cuatro horas en el aire debido al comportamiento agresivo de un pasajero que, molesto por la comida y otras restricciones, intentó acceder a la cabina del piloto. El incidente provocó un retraso de 16 horas para más de 300 pasajeros.
El vuelo 198, que había despegado del aeropuerto JFK, se encontraba cruzando el Atlántico cuando el capitán tomó la decisión de regresar por razones de seguridad. Según testigos, el pasajero en cuestión se enfureció por no recibir su comida preferida y porque no se le permitió sentarse en una fila de emergencia con un bebé. La situación escaló hasta el punto de que comenzó a gritar y empujar al personal de vuelo.
Inicialmente, la tripulación informó de “problemas técnicos”, pero los pasajeros notaron el caos cuando las aeromozas comenzaron a movilizarse de forma nerviosa y a contener al individuo. La FAA (Administración Federal de Aviación) ya abrió una investigación para determinar responsabilidades.
En lo que va del año, se han registrado más de 1,800 incidentes con pasajeros indisciplinados en vuelos comerciales en Estados Unidos. El caso revive el debate sobre la seguridad a bordo y la preparación de las aerolíneas para lidiar con situaciones de este tipo.
American Airlines no ha emitido comentarios oficiales sobre el incidente.
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