Tras una ola de ataques que dejó al menos 42 personas heridas, residentes de la ciudad Yamaguchi en Japón, capturaron y sacrificaron al líder de una banda de monos macacos japoneses, que aún tienen aterrorizados a la población.
El pasado martes capturaron al mono, recibió un tranquilizante y posteriormente fue sacrificado, luego de ser identificado como uno de los responsables de los ataques.
Las autoridades de esta ciudad han estado cazando a los monos cuando iniciaron los ataques a adultos y niños, la mayoría de las lesiones fueron arañazos y mordeduras leves.
Los afectados describen a los monos como ejemplares de diferentes tamaños. El animal abatido tenía aproximadamente cuatro años y medía alrededor de medio metro de altura.
No obstante, el asesinato de este mono no frenó los ataques, ya que se continuaron presentando en la comunidad de Yamaguchi por otros monos agresivos. Hasta el momento se desconocen los motivos por los cuales agreden a las personas.
Por su parte, una investigación de la Universidad de Yamagata sugiere que éstos son causados por cambios en el comportamiento humano y las modificaciones al entorno forestal.
Hasta el momento, nadie ha sido lastimado de gravedad, por lo cual las autoridades niponas recomiendan que cuando un macaco se acerque a ellos no verlos a los ojos, aparentar gran tamaño y retroceder lentamente sin hacer movimientos bruscos.