El piloto mexicano Checo Pérez se vió obligado a abandonar El Gran Premio de Austria en la vuelta 26, ya que su monoplaza fue capaz de alcanzar un buen ritmo por los daños sufridos en el primer giro, donde chocó con el piloto inglés George Russell.
Tras el incidente, el piloto tapatío tuvo que pasar a pits para cambiar neumáticos, sin embargo, detectó que su monoplaza era mucho más lento de lo normal en diferentes sectores de la pista, por lo que no se acercaba ni al décimo noveno lugar.
Al ver que la remontada era prácticamente imposible, el mexicano pasó por los pits en la vuelta 26 para finalmente abandonar la carrera.
El abandono de la carrera le costó caro a Pérez, ya que Charles Leclerc -quien ganó la carrera- lo desplazó del segundo al tercer puesto en la Clasificación de Pilotos.