En una cumbre trascendental celebrada en Woodside, California, el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, han pactado una alianza inquebrantable para combatir de manera conjunta la fabricación y el tráfico de drogas ilícitas, con un enfoque especial en la mortal amenaza del fentanilo. Este acuerdo representa un cambio de posición significativo por parte de China, que hasta ahora se había resistido a colaborar en la lucha contra los precursores de esta peligrosa sustancia.
El presidente Biden, en una conferencia de prensa que siguió a la histórica reunión, anunció la creación de un grupo de trabajo dedicado a reducir de manera sustancial los envíos de precursores químicos provenientes de China hacia el hemisferio occidental. “Con este nuevo pacto, estamos dando pasos concretos para salvar vidas, y agradezco al presidente Xi por su compromiso”, declaró Biden.
Desde México, el presidente Andrés Manuel López Obrador había abogado enérgicamente por la participación de China en la lucha contra el fentanilo, argumentando que esta droga sintética no se produce en su país, sino que ingresa desde territorio chino para luego ser traficada hacia Estados Unidos. China, que previamente había rechazado estas solicitudes, ha dado un giro en su postura, mostrando disposición a cooperar.
Además del acuerdo focalizado en el fentanilo, Biden y Jinping acordaron otros tres puntos cruciales. Primero, la reanudación de la comunicación entre las fuerzas armadas de ambas naciones, rota desde el año 2022. Segundo, la organización de una reunión de expertos en inteligencia artificial de ambos países para discutir el impacto de esta tecnología. Y tercero, el compromiso de mantener una competencia económica responsable entre ambas potencias.
Este encuentro entre los líderes de China y Estados Unidos precede al inicio del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en San Francisco, California, donde el presidente López Obrador se encuentra presente desde anoche. Hoy está programada una crucial reunión entre López Obrador y Xi Jinping, marcando el inicio de una nueva etapa en las relaciones bilaterales, donde temas como el intercambio económico y el tráfico de fentanilo ocuparán un lugar central en la agenda de discusiones.