Para hacer frente a la sequía, el gobierno de China comenzó a intensificar las lluvias artificiales a través de “cazadores de nubes”.
Con ello se pretende provocar lluvias a través de cohetes que esparcen sustancias condensadoras como el yoduro de plata, lo que acelera las precipitaciones.
La tarde de ayer 17 de agosto una abundante precipitación se dejó sentir en una ciudad de Hubei, aliviando las altas temperaturas y ayudando a la sequía que invade la entidad desde mediados del verano.
“No es tan fácil aumentar artificialmente la lluvia, ya que hemos estado listos desde el 19 de julio para ‘disparar el cañón’ llegado el momento”, afirmó Yu Xiaoyao, jefe de la oficina meteorológica del condado de Taoyuan.
Los “cazadores de nubes” tuvieron que recorrer 500 kilómetros la zona de Xian’an para tener resultados favorables.
La sequía continúa afectando varios sectores, como por ejemplo la población rural y el ganado, que a decir del Ministerio de Recursos Hídricos del país asiático está “afectando negativamente la seguridad del agua potable”.
Además, varias actividades han sido suspendidas, como las fábricas, debido a la demanda de energía y una producción incapaz de asumirla, con amenazas de cortes en zonas residenciales.